Estimulantes para potencializar el rendimiento

En medio de una sociedad de consumo y sobreestimulada la búsqueda constante de ampliar nuestras capacidades y romper sus limitaciones para rendir más. Esta idea es muy antigua, sin embargo la búsqueda, el uso y los tipos de estimulantes para ello ha ido cambiando con el tiempo.

¿Qué son los estimulantes?

Como lo sugiere su nombre, los estimulantes aumentan el estado de alerta, la atención y la energía, así como la presión arterial, la frecuencia cardiaca y la respiración. Históricamente, los estimulantes se usaron para tratar el asma y otros problemas respiratorios, la obesidad, los trastornos neurológicos y una variedad de otras dolencias. Sin embargo, al hacerse evidente su potencial para el abuso y la adicción, el uso médico de los estimulantes comenzó a disminuir. Hoy en día, los estimulantes se prescriben para tratar sólo algunas enfermedades, como el TDAH, la narcolepsia y en ocasiones la depresión, en las personas que no han respondido a otros tratamientos. (NIDA)

Los má comúnmente utilizados para estar más alerta son: la cafeína, las bebidas energéticas, productos con nicotina, así como las bebidas azucaradas por la promesa de energía que producen.

Después de estos tenemos los medicamentos que supuestamente potencializan la capacidad de atención y retención (metilfenidato, modafinilo), sin mencionar el uso de antidepresivos para evitar la flojera y animarnos a hacer alguna actividad (como estudiar).

Ciertamente el uso de estos estimulantes tiene algunos efectos aparentemente beneficios al utilizarlos pero en su mayoría se deben al efecto placebo que producen, pues los efectos negativos que provocan suelen opacar a los primeros.



Bebidas energéticas y azucaradas:
Partamos primero del hecho de que nos guiamos por la publicidad de éstas, nos prometen energía, ánimo y felicidad. Los efectos son a nivel de nuestra percepción anímica, aceleran el ritmo cardiaco, la azúcar contenida nos da una sensación de energía que rápidamente se desvanece haciéndonos buscar otra fuente de azúcar y perpetuando el ciclo de consumo. No hace falta resaltar su relación con la obesidad.

Cafeína:
La cafeína bloquea los receptores específicos de la adenosina presentes en el tejido nervioso, y en particular en el cerebro, manteniéndonos despiertos. La cafeína puede potenciar la capacidad de realizar un esfuerzo físico y mental y retrasar la aparición del cansancio. Como efecto inmediato permiten pensar con mayor rapidez y claridad, y mejoran la coordinación corporal. Como aspectos negativos, cabría resaltar que la cafeína puede ocasionar agitación y una pérdida del control motor fino. No suena tan mal, el problema es que el uso continuo y su presencia en múltiples productos de consumo habitual hacen que generemos resistencia y sus efectos se vean disminuidos.

Nicotina:
Estimula el estado anímico promoviendo la liberación de dopamina, incrementa la frecuencia cardiaca estimula la memoria y la vigilia, el efecto se puede sentir entre 10 y 60 segundos después de inhalarla. El problema viene con la adicción, la falta de consumo puede ocasionar, ansiedad, depresión, somnolencia, cefaleas y dificultad para concentrarse.

Modafinilo:
El modafinilo pertenece a una clase de medicamentos llamados agentes estimulantes de la vigilia. Funciona al modificar las cantidades de ciertas sustancias naturales en el área del cerebro que controla el sueño y la vigilia. Algunos de sus efectos adversos son disminución del apetito; nerviosismo, insomnio, ansiedad, depresión, pensamientos anormales, confusión, irritabilidad; cefalea, mareos, somnolencia, parestesia; visión borrosa; taquicardia, palpitaciones; vasodilatación; dolor abdominal, náuseas, sequedad bucal, diarrea, dispepsia, estreñimiento; astenia, dolor torácico. (vademecum: modafinilo)

Metilfenidato:
Disminuye las conductas impulsivas y aumenta la actividad cognitiva, atención y memoria a corto plazo, mejorando su capacidad de concentrarse en tareas repetitivas, que demandan esfuerzo mental sostenido y no se asocian a una satisfacción inmediata. Su uso intermitente produce ansiedad, nerviosismo, resequedad de mucosas, insomnio y taquicardia. Además de la dependencia de no poder concentrarse sin medicamento. (vademecum: metilfedinato)

Antidepresivos:
Utilizados a la hora de estudiar para sobreponerse a la flojera. Sus efectos a corto plazo son placebo, ya que para notar efectos se requiere de 15 a 20 días de consumo recurrente.

Es necesario puntualizar que actualmente no existe producto, medicamento o droga que elimine los efectos del cansancio o la falta de sueño. Nada podrá sustituir las horas de sueño o el descanso.

La mejor manera de mantenerte alerta y promover tu capacidad cognitiva:

Alimentación balanceada: los productos grasos retardan el proceso digestivo, lo que implica un mayor gasto de energía para procesarlos y la falta de nutrientes decrece nuestras funciones cerebrales.

Sueño adecuado: si duermes poco, procurar hacerlo de corrido (5 o 6 horas seguidas) y si vas a tomar siestas, que no sean de más de 40 minutos.

Mantente hidratado: el agua es fundamental para promover nuestras funciones corporales, incluidas las cerebrales superiores.

Recreación: el tiempo de ocio es necesario, darle plazos regulares al cerebro para desconectarse de las actividades habituales.

 

Si sientes que no puedes seguir tu vida habitual sin algún tipo de estimulante o te reconoces como dependiente y quieres ayuda de cómo salir de ello, contáctame estoy para escucharte.