#savemarinajoyce y la paranoia en internet

En la última semana en twitter se ha vuelto trending topic internacional el hasthag #savemarinajoyce en apoyo a Marina Joyce, una conocida youtuber por sus videotutoriales sobre moda y maquillaje.

La alerta se levantó entre sus seguidores pues consideraban que en sus últimos videos actuaba algo raro, distante a la cámara y en un tono aparentemente distinto a como se comportaba normalmente. La preocupación comenzó y las teorías sobre su posible maltrato o coacción no se hicieron esperar, se especuló que estaba siendo posiblemente agredida por su pareja o incluso que tiene problemas con las drogas.

Dejando a un lado las particularidades del caso, los videos haciendo conjeturas sobre su actuar y los mensajes ocultos que algunos alcanzan a interpretar, quiero centrar mi atención en el fenómeno en sí, el hecho que miles de seguidores compartan estas ideas y el alcance que esto puede llegar a tener. Entiendo que ser youtuber en la actualidad te vuelve una celebridad y que no es el primer caso ni será el último donde los fanáticos imaginen historias en torno a sus ídolos, lo interesante aquí es el grado de contagio que este tipo de especulaciones puede llegar a producir.

Es noble y loable que los seguidores se preocupen por sus vloguers pero ¿Hasta dónde estas historias/conspiraciones/especulaciones son reflejos paranoides de una sociedad que no se preocupa por salvarse a sí misma? Me parece genial que se encienda el foco por el maltrato (de cualquier tipo) y la coacción en la pareja, pero parece que esto sólo adquiere importancia si eres famoso y sólo si dejas de actuar para los demás como normalmente lo haces, vivimos en la era de la imagen donde la vida sólo adquiere significado a través de una pantalla, donde no nos cuestionamos a nosotros mismos, ni analizamos nuestra vida con el mismo detenimiento que analizamos las videovidas de los famosos.

Sin más, espero que el caso sólo sea la paranoia de los seguidores y a esperar a mañana a ver qué nueva celebridad necesita ser salvada por sus fanáticos para distraernos de nuestra propia inseguridad.

A propósito, también pueden buscar los hasthag #savemarianajoyce y #savemariajoyce para los que quisieron unirse a la causa pero no sabían bien cómo se llamaba.