Crossroads

Toma de decisiones y puesta en acción

«Cuando una persona desea realmente algo, el Universo entero conspira para que pueda realizar su sueño» 

Reza una frase de el libro El Alquimista de Paulo Cohelo, que se ha convertido en una frase ícono en cuanto a toma de decisiones para muchas personas en internet. La idea en sí suena romántica, esperanzadora y nos alivia del peso de hacernos responsables del cómo lograremos llevar a cabo nuestro cometido… Pero en la realidad esto no funciona así.

De tomar una decisión a llevarla a cabo hay una brecha enorme que sólo es posible transitar poniéndonos en acción. Por ejemplo, un día estoy sentado en la sala viendo televisión y se me antoja beber algo, deseo fervientemente una cerveza pero no tengo en el refrigerador. Por más ganas que tenga, si no me levanto yo mismo a traerla no cumpliré mi deseo. Burdo ejemplo, pero está de más decir que sentarnos a esperar a que las cosas simplemente se den porque yo lo deseo no nos llevará a ningún lado.

Claro, claro podemos pensar «le pediré a alguien que pase y me la traiga» «existe el servicio a domicilio» claro que sí, y ese es el punto al que quiero llegar, la acción. Una vez que tomamos una decisión (y nos comprometemos con esta) ponemos en marcha todo un mecanismo de acción para lograr nuestro objetivo, el universo no conspira, somos nosotros mismos quienes buscamos el cumplimiento de nuestro deseo, una vez que nos enfocamos en una idea se orquesta todo un mecanismo de acción que nos permite percibir, vislumbrar, analizar visualizar y ejecutar lo necesario para conseguirlo.  Comenzamos a notar conexiones y coincidencias donde antes no las veíamos, nuevas oportunidades o pautas a seguir. Todo esto no por que no estuvieran ahí, sino porque no estaban en nuestro campo de atención.

Pareciera mágico, pero ese es el poder de una decisión.

Quien quiere hacer algo encuentra un medio, quien no quiere hacer nada encuentra una excusa